Como fin último de la educación multimedia se plantea la formación de una sociedad justa y multicultural donde convivir con las innovaciones tecnológicas propias de cada época. En el capítulo anterior planteábamos cómo las NUEVAS TECNOLOGIAS MULTIMEDIA (NTM) pueden servir tanto de liberadoras como de opresoras. En manos de los grupos de poder pueden suponer el sometimiento de los individuos y grupos diferentes, los críticos, los problemáticos, los incómodos, etc., a los intereses del sistema social imperante. Veíamos cómo los desarrollos tecnológicos, que no suelen estar precisamente en manos de los más necesitados, pueden incrementar las diferencias entre las gentes y entre los pueblos. Las instituciones escolares pueden también ser utilizadas para formar el modelo de individuo que le interesa al sistema controlado por una minoría, minoría muy cercana o en algunos casos coincidente con la que controla las NTM en la sociedad global en que vivimos.
Queremos comenzar este capítulo, que dedicamos a explicar las características de nuestraeducación multimedia, advirtiendo de la importancia de tener en todo momento presente cuál es el fin a que tendemos. No existe viento favorable _ decía Séneca _ si no sabemos hacia qué puerto navegamos. En la educación para esa sociedad multimedia a la que nos referíamos en el capítulo anterior, los conocimientos y destrezas que con respecto a las NTM adquiera el alumno no son más que objetivos inmediatos que adquieren su razón de ser en la medida que contribuyan a la consecución del fin último apuntado. La capacidad de comunicación, y el desarrollo del espíritu crítico y la autonomía del alumno son objetivos de la educación multimedia sólo si contribuyen a la formación de una sociedad justa y democrática que respete a las minorías. Del mismo modo la adquisición de conocimientos, destrezas y actitudes con respecto a los nuevos medios sólo contibuirá a la educación multimedia si con ello se facilita un modelo comunicativo democrático y el desarrollo de la autonomía del alumno.
Educación multimedia para una sociedad justa
Hemos admitido que la educación formal constituye uno de los principales agentes educativos y contribuye, por lo tanto al desarrollo del individuo y de la sociedad. Esta función socializadora es compartida por otras instancias presentes en la vida del niño entre las que hemos destacado las nuevas tecnologías, cuya influencia no siempre contribuye a la creación de una sociedad más justa. La educación multimedia, para la consecución de su fin último, habrá de tener en cuenta la formación, tanto en conceptos como procedimientos, y, sobre todo, valores,que los educandos reciben fuera del aula.
Al final del capítulo vamos a referirnos a la educación multimedia como la integración curricular de las NTM, integración necesaria dada la significativa presencia de los nuevos medios en la vida de los alumnos y la conveniencia de "convivir" con ellos, maximizando sus ventajas y minimizando sus inconvenientes.
La integración de las NTM como recursos didácticos para favorecer los procesos de enseñana_aprendizaje es parte de la función que nos corresponde como educadores en una sociedad multimedia. El desarrollo de la autonomía personal y espíritu crítico del alumno exige, sin embargo, que las NTM se consideren como objeto de análisis y de estudio en la educación multimedia.
Algunos profesionales de la enseñanza han visto en la introducción de las NTM como contenidos de enseñanza (educación para los medios) la ocasión ideal para contrarrestar la influencia ideológica de las NTM, que se considera predominantemente negativa. Este enfoque vacunador que, como veremos en el capítulo 5, surge con la generalización de la televisión como medio de masas, reaparece ahora con respecto a las NTM. Postman en el último capítulo de su obraTecnópolis, ya comentada, llega incluso a proponer un modelo de persona que él denominacombatiente de la resistencia, y al que la educación formal habrá de darle una formación predominantemente humanista que le sirva para defenderse de la dictadura de la tecnología.
Admitimos la gran importancia de la tecnología en la educación y la cultura. De hecho las NTM como agentes educativos, pero no necesariamente negativos ni determinantes de los contenidos de la educación formal, es un tercer tipo de integración curricular que proponemos en el capítulo 6. Independientemente de la postura que se tome con respecto a la influencia de las NTM, es evidente la conveniencia de conocer su forma de actuar, sus modos de crear y transmitir significados.
El conocer no sólo sus peligros y sus bondades, sino su funcionamiento, sus modos de representar, comunicar y crear significados, es un requisito imprescindible para convivir con las NTM. Incluso en el peor de los casos, y situándonos en la postura más opuesta a los medios, siempre será bueno conocer al enemigo y poder utilizar sus propias armas y estrategias, ya que, como nos dice también Postman (1985) ningún medio es excesivamente peligroso si los usuarios conocen sus peligros. El lector tal vez haya tenido la ocasión de comprobar cómo en algunos lugares los carteles publicitarios de las películas o algunos otros productos son utilizados por el público para reflejar sus propias opiniones, que suelen ser contrarios a la película o los productos anunciados. Se utilizan así los medios de la publicidad para hacer contrapublicidad. Del mismo modo, y con una postura un tanto desenfadada, Rushkoff (1994), nos propone utilizar el poder que nos dan las nuevas tecnologías para infiltrarnos como virus contra la cultura dominante en la datosfera, que continuamente nos infecta con sus virus ideológicos. Es la filosofía de muchos expertos informáticos llamados activistas de los medios cuya principal tarea es combatir 'el sistema' introduciendo virus en las redes, desprotegiendo programas y saltándose códigos de acceso a información confidencial que ponen a disposición de cualquiera, al tiempo que introducen en las redes sus propias ideas contestatarias. En Internet podemos encontrar, por ejemplo, amplia información sobre Unabomber, famoso científico terrorista que ha llevado su activismo hasta terminar en la cárcel. El lector recordará cómo, bajo amenaza de bomba, hizo publicar su 'manifiesto' contra el desarrollo tecnológico en los más importantes periódicos estadounidenses. En él se intenta explicar entre otras muchas cosas, cómo la tecnología es un agente social más poderoso que la aspiración a la libertad, que es imposible aprovechar las ventajas de dichas tecnologías sin sufrir sus numerosos inconvenientes, por lo que la revolución, más fácil que la reforma, es la única salida para liberarse del sistema industrial tecnológico.
Nuestra propuesta de educación multimedia no comparte un espíritu tan combativo que suponga acciones terroristas, ni una estrategia de acciones individuales que no contribuyen al cambio social porque son absorbidas sin problemas por el sistema. Resulta peligroso reducir los objetivos de la educación con respecto a las NTM a la formación de luchadores infiltrados o tecnófobos intransigentes, que sería más propio de posturas apocalípticas ya superadas. Pero es aún más peligroso el adoptar una postura pretendidamente neutral que considere a los medios y sus productos como recursos educativos totalmente transparentes e inofensivos. Más adelante tendremos ocasión de detenernos algo más en las posturas más habituales del profesorado con respecto a las nuevas tecnologías.
Independientemente de las actitudes de los responsables educativos de cualquier nivel con respecto al cambio, la tecnología y la innovación, resulta indiscutible que la educación de un individuo en la sociedad actual no puede considerarse como tal si no incluye una preparación, del tipo que sea, para convivir con las NTM.
Algunas de sus características, a las que nos referíamos en el capítulo anterior, como la tendencia a globalización, mundialización o unificación de criterios pueden dificultar la creación de una sociedad multicultural. Si hemos considerado en nuestra definición de educación multimedia la conveniencia de luchar por una sociedad multicultural, ha sido precisamente porque con la generalización de las NTM, y en pro de una pretendida aldea global, corremos el riesgo de anular las culturas no predominantes, de no respetar las minorías económicamente más débiles. Al estudiar las nuevas formas de comunicación y de organización social con nuestos alumnos será necesario poner de manifiesto los peligros de los monopolios informativos y culturales.
La rapidez de implantación y desarrollo de las NTM, por otra parte, incrementa la distancia entre los países pioneros en nuevas tecnologías y los pueblos que tienen otras necesidades básicas prioritarias a las que atender.
Con la educación multimedia pretendemos formar individuos críticos que formen una sociedad justa, de ahí que sea imprescindible acostumbrarles a reflexionar sobre las implicaciones de las NTM al tiempo que se benefician de ellas.
El alumno llegará fácilmente a comprender las consecuencias de un modelo de comunicación y transmisión de la información desigual e injusto, donde unos pocos son siempre emisores y otros muchos se convieten simplemente en receptores, a partir del análisis de su propia situación con repecto a las NTM.
La capacidad de comunicarse a la que nos referimos en la definición de educación multimedia supone no sólo la recepción, sino también la emisión de mensajes, lo que sólo es posible en un modelo de comunicación democrática y no autoritaria necesario tanto para la escuela como para la sociedad en general. A continuación nos referimos al modelo comunicativo que implica unaeducación multimeida que se propone la autonomía de las personas y el respeto a los pueblos.
lunes, 15 de enero de 2007
EDUCACIÓN MULTIMEDIA: FINES Y SU IMPORTANCIA
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